Por Alba Práxedes
Universidad de Nebrija
Actualmente, y a pesar de los beneficios que conlleva un estilo de vida saludable (ej.: físicos, cognitivos, sociales…), es común que las clases de Educación Física (EF) abarquen únicamente 2 franjas del horario lectivo tanto de la Educación Primaria como de Secundaria, teniendo una duración de 1 hora cada una de ellas. Es por ello que numerosas investigaciones han centrado sus esfuerzos en comprobar la eficacia de programas de intervención, tanto en el primer como en el segundo tiempo pedagógico, en la promoción o en el aumento de los niveles de Actividad Física.
Sin embargo, no es común centrar el análisis, tras desarrollar programas de intervención en los recreos, en variables como la toma de decisiones o la ejecución, relacionadas estas con la pericia deportiva. Si bien, el currículo de EF de la etapa de Secundaria tiene como estándares los siguientes:
- “Adapta los fundamentos técnicos y tácticos para obtener ventaja…”
- “Describe y pone en práctica de manera autónoma aspectos de organización de ataque y de defensa…”.
- “Discrimina los estímulos que hay que tener en cuenta en la toma de decisiones…”.
A este respecto, y con el objetivo de aumentar el tiempo de práctica deportiva relacionada con los deportes de colaboración-oposición, y potenciar así los comportamientos autónomos que requieren estos juegos, una reciente investigación llevada a cabo en un instituto de Educación Secundaria tuvo como objetivo comprobar los efectos de una intervención basada en la práctica deportiva desarrollada en las clases de EF (entendida como una práctica estructurada, guiada por el profesor) y una práctica adicional durante los recreos (identificada esta como no estructurada, al estar esta dirigida por los propios alumnos).
Los resultados mostraron que el grupo que participó en ambas prácticas mejoró tanto en la toma de decisiones como en la ejecución de habilidades como el pase, mientras que el grupo que únicamente participó en las clases de EF, lo hizo solo en la toma de decisiones.
Estos resultados parecen señalar que aumentar el tiempo de práctica conlleva una mejora de la pericia deportiva, y en consecuencia, fomenta una mayor consecución de los estándares asociados a estos contenidos. Es por ello que los docentes de EF deben aunar esfuerzos por promover este tipo de práctica más autónoma, pero igualmente importante, debido a la escasez de tiempo del que dispone la asignatura de EF. También los colegios e institutos deben fomentar estas nuevas experiencias a través de la creación de pistas polideportivas o facilitar todo tipo de material deportivo.
Descubre un poco más en el siguiente video…