Por Alexander Gil-Arias
Universidad Rey Juan Carlos
Aunque el Modelo de Educación Deportiva (MED) y la Enseñanza Comprensiva en el Deporte (ECD) tienen características diferentes, ambos modelos comparten objetivos, conceptos y procesos pedagógicos. Por ejemplo, tanto en un enfoque de enseñanza como en otro, se utiliza al deporte como contenido principal, donde los estudiantes son percibidos como aprendices activos, sociales y creativos, que construyen su propio conocimiento e identifican aquello que necesitan para mejorar durante el proceso de aprendizaje.
Por otra parte, en el MED y la ECD el docente asume un rol de facilitador del aprendizaje, lo que implica un aumento de responsabilidad y de toma de decisiones por parte de los estudiantes. Si bien no existe un único modelo que pueda ser empleado para la amplia gama de contenidos y contextos que definen a la Educación Física, se hace necesario usar varios de ellos o unir elementos significativos de distintos modelos pedagógicos de forma conjunta o combinada.
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En la literatura científica se ha defendido que la hibridación del MED y la ECD permite lograr resultados de aprendizaje de mayor calidad; todo ello respecto a un enfoque pedagógico más tradicional centrado en el docente, o si cada uno de los modelos fuese aplicado de forma aislada. En consecuencia, la hibridación de estos dos modelos pedagógicos puede ayudar a los docentes de Educación Física a utilizar un enfoque multimodelo, lo que les va a permitir adaptarse más eficazmente a los marcos educativos actuales.
En la hibridación del MED y la ECD, la unidad didáctica es diseñada a modo de temporada de educación deportiva, donde la ECD es incluida de diferentes formas. Por ejemplo, en la fase de pretemporada, cuando se vayan a enseñar los contenidos tácticos, ya sea el docente, o el alumno que desempeña el rol de entrenador debe diseñar tareas de aprendizaje ajustadas a las necesidades de desarrollo y niveles de competencia de los estudiantes, empleando para ello, los principios pedagógicos de representatividad y exageración que definen a la ECD. Esto permite diseñar una progresión adecuada en el aprendizaje, de tal modo, que la complejidad de las tareas se incrementa según el desarrollo que experimentan los alumnos.
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En la fase de competición formal, igualmente los estudiantes participan en una situación de aprendizaje auténtica y representativa del deporte a enseñar. Cabe destacar también, que en las diferentes fases de la temporada deportiva, el docente de Educación Física debe emplear el cuestionamiento para orientar a los alumnos hacia la resolución de problemas, reflexión y debate, mientras los estudiantes están participando en entornos de prácticas contextualizados, lo que permite potenciar el planteamiento comprensivo de la enseñanza, así como la formación de alumnos cultos, entusiastas y comprometidos con la práctica del deporte.